Especialización en Desarrollo Rural

Marco de referencia: 

Latinoamérica es un continente caracterizado por la producción de alimentos de origen vegetal y animal, con un perfil netamente agropecuario. De alguna manera, su destino y futuro están ligados a la producción agropecuaria, desde que los clásicos productores (europa y estados unidos) han determinado una lenta pero inexorable reducción en los niveles de producción y subsidios a la misma, dejando de cubrir inclusos su propio consumo, mientras que áfrica, cada vez más pauperizada, y por problemas de índole de recursos productivos tampoco cubre su propia demanda, así como asia, superpoblada a niveles inimaginables, que se vuelca mas a la producción de insumos y tecnología que de alimentos en sí.

En este contexto, las políticas gubernamentales, y la adecuada toma de decisiones de gobiernos, gremios o asociaciones de productores y actores en general, redundaran en el exitoso desarrollo de nuestro continente o en el fracaso del emprendimiento. Con más de 40 millones de productores agropecuarios de muy diferentes características, desde latifundios o mega empresas a nómades, comunidades indígenas y campesinos sin tierra, el pbi latino americano mantiene un perfil agropecuario.

En este marco los extensionistas rurales y los sistemas nacionales de transferencia de tecnología adquirirán un rol fundamental y privilegiado a la hora de articular el sistema de producción con la demanda de los mercados, transferir y capacitar en el uso de la tecnología necesaria y adecuada generada, así como en la construcción y diseño de las políticas de estado y comercialización. Para ello, se deberán enfrentar varios problemas, por un lado, de los mas de 40 millones de productores, 23 millones, corresponden a mano de obra familiar, de extracción campesina o indígena, con manejos tradicionales no sustentables, diseminados en reglones agrestes e inhóspitas, ya sea en las montañas o la selva, con accesos y comunicaciones dificultadas por las condiciones climático - geográficas.

El globalizado mundo moderno, exige por un lado, estándares de producción determinados, en base a criterios de calidad, así como volúmenes de producción dentro de mercado de bloques que hacen que necesariamente debamos en algún momento uniformizar criterios entre los países del continente, a niveles gubernamentales, de productores y de técnicos, en aras de poder ofertar productos de similar calidad, de diversa procedencia pero como un único bloque.

Es también necesario revisar los criterios a desarrollar, una nueva ruralidad se esta estableciendo, y en la misma, se deben contemplar tanto las realidades contrastantes que atender en sustratos con diferencias étnicas y culturales sobresalientes.

Por otra parte, no existe una infraestructura de capacitación orientada hacia el sistema de extensión, los altos costos de las maestrías y los doctorados, han determinado que sean de acceso casi exclusivo para académicos de carrera universitaria o funcionarios gubernamentales que precisan de los cursos y títulos correspondientes para poder ascender en su carrera escalafonaria.

Los técnicos que trabajan insertos en nuestro complejo sistema productivo, sea en condiciones de selva tropical o la aridez del altiplano, en la costa o en la sabana, en los altos de la montaña o en los valles lejanos, no encuentran oportunidades de integrar o incorporar nuevos conocimientos que les faciliten la tarea que se encuentran desarrollando.

Los altos costos de los cursos post graduación o especialización, las distancias, la decisión de viajar solo separándose de su familia o llevarla consigo incrementándose los costos de educación, el desarraigo, el alejamiento de la realidad que lo precisa en forma urgente, el lucro cesante, la aclimatación a ambientes desconocidos y extraños, son todos factores a tener en cuenta a la hora de desarrollar sistemas de capacitación para estos técnicos, motores innegables del desarrollo rural.

Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, nos permiten hoy cifrar las esperanzas en la capacitación a distancia, donde el técnico no tiene ni debe afrontar los problemas de desplazamiento, viajes, estadías, separación de la famita, desarraigo y lucro cesante, disminuyendo por otra parte los costos de capacitación a cifras accesibles para todos. Tres años de experiencias positivas en capacitación a distancia sobre temas de extensión, nos han decidido a formalizar esta especialización, en aras de brindar los elementos y herramientas necesarias para la formación adecuada de aquellos que están en contacto estrecho y permanente con el corazón mismo de la producción agropecuaria, contemplando las características de diversidad geográfica y climática, de diversidad etárea, esperando con ello realizar nuestro aporte al desarrollo de nuestro continente.


objetivos de la especialización:

brindar los conocimientos necesarios para que los técnicos y profesionales participantes se capaciten y adquieran las herramientas, así como los medios y tecnologías disponibles en la temática de extensión rural, y así de esta forma puedan ser aplicados y utilizados con éxito en su realidad laboral. La posibilidad de que esta capacitación sea a distancia permitirá una optimización del trabajo a desarrollar por los técnicos extensionistas, mejorando su desempeño en base a una mejor y más sólida preparación, y brindando mejores condiciones y posibilidades laborales para los mismos